Cuál es el rol del auditor interno para asegurar la eficiencia de los procesos de control

La presidente del Instituto de Auditores Internos de Argentina, Ana Torres, dio cuenta de los interrogantes que deberán responder los directores del sector para conocer qué esperan de ellos la Dirección y el Comité de Auditoría

¿Usted sabe cuáles son los asuntos más importantes para su organización en estos momentos?. ¿Se ha preguntado por qué auditar todos los procesos con la misma frecuencia?. ¿Su equipo conoce cuáles son los procesos críticos o de importancia para el negocio?

Estos son algunos de las interrogantes que los directores de Auditoría Interna (AI) deberán responder para conocer qué esperan de ellos la Dirección y el Comité de Auditoría.

Para planificar la actividad de AI no sólo será necesario que los directivos del sector asuman la responsabilidad de identificar riesgos, sino también que los comprendan en función del negocio.

Y, para que el plan resulte exitoso, se tendrá que aceptar el desafío de racionalizar las operaciones, con la menor cantidad de controles clave relacionados con los riesgos inherentes importantes.

Se debe disponer de una visión flexible y creativa que posibilite además vincular los peligros empresariales con las oportunidades del mercado y encontrar las herramientas más efectivas para medirlos.

En síntesis, los ejecutivos de AI deben tener un panorama preciso del grado de exposición de la organización, o dicho de otro modo, del entorno de riesgo en el cual se desempeñan.

Por ello, uno de los aspectos importantes a tener en cuenta en forma previa será interiorizarse del plan estratégico que tiene la compañía -¿cuáles son sus metas?-, para determinar los eventos que dificultarán llegar a los objetivos y evaluar aquellos que tendrán mayor probabilidad de ocurrencia, así como el nivel de consecuencias que traerán aparejadas.

Contar con ese nivel de conocimiento contribuirá a definir con mayor precisión el foco de atención del programa de AI y a establecer los procesos sobre los cuales concentrar la atención, en particular si la intención es que el resultado de las mismas se transforme en una herramienta efectiva que contribuya a la gestión.

También, se deberá tener un especial cuidado para definir los procesos a auditar; no es recomendable centrar la mirada sólo en aquello sobre lo que la Dirección a puesto su atención, los ejecutivos de auditoría interna deben ser capaces de distinguir aquellos procesos y riesgos que resulten indispensables monitorear, que surjan de sus propias evaluaciones, para realmente agregar valor.

Por ello deben ser proactivos, vencer la resistencia a los cambios y estar dispuestos a ser innovadores si quieren dar respuestas efectivas.

Centrarse en los problemas futuros y anticiparse a ellos demandará contar con una visión en el largo plazo, para actuar con convicción dentro de un entorno de riesgos presente, inmerso en una cultura interna y de gestión que no se deberá desestimar.

Para esto, es recomendable que se cuente con buenas prácticas, se renueve la metodología de auditoría y se defina a la calidad como consigna, como una herramienta obligatoria para mejorar sus procesos, de forma tal que pueda garantizar no sólo la mejora continua de lo que audita o detectar sus deficiencias, sino también de los asuntos que comprenden la propia función AI.

El desafío de los directores del sector es garantizar a su organización que no sólo cumplen con su plan de auditoría, sino que lo hacen además con la máxima calidad. Para ello es aconsejable unaadecuada implementación de programas de aseguramiento de eficacia de la práctica, que incluyan no sólo evaluaciones internas sino también externas.

La atención debe estar centrada en poder medir si su rol es realmente efectivo y cubre las expectativas de la Dirección y del Comité de Auditoría, al cual se le presta servicio en lo referido a valor agregado, practicidad y pertinencia.

Además, interiorizarse de si se cuenta con equipos de auditores internos idóneos y expertos, que cumplan con las competencias requeridas para ejercer sus funciones. Así como también,verificar la validez de las metodologías, herramientas y técnicas que aplican en su área.

Hay que tener en cuenta que no se puede mejorar lo que no se mide; -de ahí la importancia- de definir indicadores de gestión para medir sus propios procesos, que le permitan evaluar la organización y el funcionamiento de su propia área, conocer el nivel de desempeño de su equipo de auditores y la percepción que la organización tiene sobre el área a su cargo.

Como conclusión, si se quiere mejorar la eficacia y desempeñar en forma efectiva la función de auditoría, hay que determinar si se cumple lo establecido por el Estatuto de Auditoría Interna, se cubren las expectativas de la Dirección y del Comité de Auditoría, se aplica correctamente el Código de Ética de la profesión y si se da cumplimiento a los estándares the Institute of Internal Auditors (IIA) para evaluaciones de calidad QA, aplicando el marco normativo internacional para la práctica profesional de la AI, a través de evaluaciones periódicas de calidad, tanto internas como externas.

Fuente: IProfesional.com